Templo Eikando en Kioto; ¡Un lugar único para ver el momiji!

Si estás buscando sitios alternativos para visitar en Kioto, no puedes perderte el increíble templo Eikando Zenrinji. Situado en el barrio de Higashiyama, suele pasar desapercibido por muchos turistas, a pesar de ser uno de los sitios más mágicos para visitar en cualquier época del año, pero sobre todo en otoño.

Cuando buscas recomendaciones sobre qué ver en Kioto, algunas de las más habituales son el barrio de geishas de Gion, Kiyomizu-dera, el Palacio Imperial, el mercado de Nishiki o el bosque de bambú de Arashiyama. Pero si quieres un sitio diferente para visitar tranquilamente sin estar rodeado de cientos de personas, este templo te encantará.

Huye de las aglomeraciones y adéntrate en el lado más místico y tradicional de la ciudad de Kioto. Hogar de los monjes que han vivido durante siglos en este templo, tienes decenas de rincones para investigar y aprender más sobre la religión y cultura budista.

A través de internet encontrarás muy buenas opiniones por parte de los japoneses, pero pocos comentarios procedentes de turistas extranjeros. Esto lo hace aún más especial.

Y si tienes la oportunidad de viajar a Japón en otoño, te recomendamos ver la exhibición de luces al atardecer, así como la belleza de sus árboles que se tornan rojizos como el fuego. Un espectáculo natural que disfrutarás en pleno momiji.

¿Cuál es el Templo Eikando?

El templo Eikando tiene en realidad 3 nombres diferentes. Se llama Zenrinji, Shojuraigo-san y Muryojuin. Su nombre real es Muryojuin Zenrinji, aunque todo el mundo lo conoce como Eikando o Eikan-do.

Se trata de un templo budista que pertenece a la secta de la Tierra Pura, siendo el principal de la escuela o rama Seizan Zenrinji. Está situado al sur de Camino del Filósofo, en el barrio de Higashiyama de Kioto.

Este barrio está algo más apartado del centro de la ciudad, por lo que es muy agradable para visitar huyendo de los sitios turísticos habituales. Rodeado de un precioso jardín y un denso bosque, es un pequeño remanso de paz que permite tener una vida de lo más tranquila a los monjes que viven en él.

Como puedes imaginar, en la época del koyo, el otoño japonés, es cuando el templo se ve más bonito. Es popular entre los japoneses por ser uno de los mejores sitios para disfrutar de los colores del momiji entre los meses de octubre y noviembre.

Historia de Eikan-dō Zenrin-ji

El precioso templo Eikan-do data del periodo Heian (794-1185). Fue un regalo que la corte japonesa le hizo a la secta budista Shingon, siendo su sacerdote principal uno de los discípulos de Kobo Daishi, el fundador de la secta.

Fue fundado como templo en el año 863, perteneciendo en un principio a la secta Shingon antes de pasar a la rama Seizan en el siglo XII, que aún sigue siendo su propietaria.

Los edificios originales, construidos en madera, ardieron por completo durante la guerra Onin, entre 1467 y 1477. Algunos años después fueron reconstruidos, aumentando el complejo con la adición de nuevos pabellones.

Hay una leyenda que se relaciona con los primeros años de fundación del templo. A principios del siglo XI, el monje Eikan estaba rezando en uno de los salones cuando la figura de Amida Nyorai, el Buda de la Tierra Pura, imagen del templo, empezó a rezar con él en voz alta.

Eikan se le quedó mirando pensando que estaba soñando, y la figura le dijo ‘¡Eh, no te quedes atrás en la oración!’, mientras volvía su cabeza atrás para devolverle la mirada.

Desde entonces una de las piezas más importantes del templo es esta figura de Buda que tiene la cabeza girada. En un principio esta estatua miraba al frente, pero desde entonces quedó girada representando la escena.

Guía de visita en Eikando Zenrin-ji

Aunque la leyenda de la enigmática estatua de Buda, única en el mundo, llama mucho la atención de los visitantes, hay mucho más para ver y disfrutar en este templo. Tanto los edificios como los jardines y el bosque circundante son todo un espectáculo cultural y natural para los 5 sentidos.

Muchos de los edificios originales del templo no sobrevivieron a la Guerra de Onin que devastó toda la ciudad. En la restauración Meiji también se destruyeron algunos edificios y objetos, pero con el tiempo se fueron recuperando.

A pesar de que del templo inicial del siglo IX no quedan apenas vestigios, sí que se conservan muchos tesoros de siglos pasados que han sobrevivido al tiempo y al espolio. Se podría decir que es uno de los templos mas antiguos y mejor conservados, no solo te Kioto, si no también de todo Japón.

Organiza tu visita al templo Eikando para no perderte ningún detalle importante con esta guía en la que incluimos las diferentes zonas de interés:

Puerta de acceso

Junto a la puerta de entrada al templo que se usa en la actualidad hay otra puerta antigua que se llama Korai-mon. Esta estructura es de alrededor del año 1840, y fue llamada así por el reino coreado Goguryeo.

El acceso se hace por la puerta que recibe el nombre de So-mon, una gran estructura de madera que protege el interior cuando se cierra por la noche. Desde esta puerta hay un paseo hasta el complejo principal con preciosos árboles y un pequeño templo conocido como Chifukuin.

La segunda puerta que hay que cruzar es donde se encuentra la taquilla. Esta es la puerta Yakui-mon, original del año 1713 y reconstruida en 1744.

Salón Shaka-do

Una vez pasadas las puertas, ya empezarás a ver los edificios propios del templo. El primero es el salón Shaka-do, que da acceso al complejo principal. Pasa dentro y no te olvides de quitarte los zapatos. Puedes dejarlos en la entrada o coger una bolsa de plástico y llevarlos contigo.

Puedes aprovechar para dejar tu cuaderno en la recepción y pedir el goshuin del templo. Saldrás por la misma zona, así que podrás recogerlo al terminar la visita y dejar tiempo a que los monjes te dejen la firma.

Pasea mientras tanto por el ‘Salón del Buda Histórico’, que está compuestos por varias salas unidas por pasillos cubiertos. Ten en cuenta que no puedes hacer fotos en el interior.

Pero no te pierdas detalle de las puertas correderedas fusuma pintadas, las decoraciones del techo, las piezas mostradas en las salas, los jardines tradicionales japoneses y jardines zen, y si tienes suerte, te cruzarás con algunos de los monjes que están rezando.

Este salón sigue el estilo arquitectónico shoin-zukuri, típico del periodo Muromachi. Una de las salas más importantes e la Zuishi-den, donde aún queda una de las 5 estatuas de Buda que fueron consagradas por el primer abad. La estatua que hay expuesta es la original, y es el Amida protector del fuego.

También son interesantes la puerta Kara-mon o Chokushi que es del año 1830, preciosamente decorada con flores, y el salón Miei-don, salón Goe-do que significa ‘salón del fundador’, donde el monje Eikan solía rezar.

Salón Miei-do

Este es el salón principal del templo y el más grande en la actualidad. La estructura data del año 1912 cuando fue restaurante y ampliada.

Es el salón donde está consagrada la figura del fundador de la secta de la Tierra Pura.

Salón Amida-do

Continuando por el complejo de salones y pasillos, llegarás el salón Amida-don, que es otro de los más importantes. Aquí está la estatua de Mikaeri Amida, el Buda que mira hacia atrás por encima del hombro.

Este salón fue trasladado desde el templo Shitennoji de Osaka hasta este lugar en 1607. Para darle la importancia que merecía, se colocó en un lugar más elevado con respecto a otros salones. Junto con la estatua, hay otras piezas importantes como la campana, que es del año 1707, o unas escaleras de madera que suben hasta la pagoda.

Presta atención a la fuente que hay junto al pie de la escalera. Esta es la fuente Suikinkutsu, que brota de un manantial natural. Hace un sonido muy particular cuando coges agua y la viertes en el interior del pozo. ¡Pruébalo!

En la base de la escalera está también el pino Sanko no Matsu que tiene una forma muy particular en sus hojas. En lugar de estar divididas en 2, las hojas tienen 3 divisiones, siendo un ejemplar único.

Pagoda Tahoto

Subiendo por las escaleras Garyuro llegarás a la pagoda Tahoto. Las escaleras de madera ya no están operativas, y no se pueden usar para ir a la pagoda para que no se estropee la estructura.

Haz el recorrido a la inversa para salir de los salones, y dirígete a las escaleras de piedra que dan acceso a la pagoda. Esta pagoda es del año 1928. Si bien no es muy antigua ni muy grande, con tan solo 3 pisos, sí que resulta muy impresionante por las vistas y los árboles que la rodean.

Como curiosidad, la base de la pagoda es cuadrada mientras que la parte superior es redonda. Un detalle que la diferencia de otros estilos de pagodas japonesas.

Antes de llegar a la cima de la pagoda está el salón de madera Kaizan-do que forma parte del complejo. Desde este punto se tienen las mejores vistas de Kioto, sobre todo en otoño con los árboles en pleno apogeo.

Estanque Hojo

Como último punto de la visita, al bajar de la pagoda dirígete a los jardines que hay frente a la escalera. Sigue los caminos de tierra que llegan hasta el estanque Hojo.

Debido a la humedad que hay durante todo el año, los jardines suelen estar llenos de musgo verde en todo momento. Si bien en los salones no se pueden hacer fotos, sí que podrás hacerlas libremente en el jardín.

Una de las esculturas más interesantes es la del dios budista Kannon. Junto a ella hay pequeñas esculturas de Jizo, protectoras de los niños.

Paseando por el jardín y el estanque pasarás por serpenteantes caminos y puentes. A tu alrededor encontrarás cientos de árboles de todos los tipos que cambian de color en otoño. Arces japoneses, pinos y ginkgo son algunos de ellos.

Cruzando uno de los puentes llegarás a la isla Benten que está en mitad del estanque. Aquí hay un pequeño santuario del mismo nombre, conocido como Benten-sha. Disfruta en todo momento de los árboles que hay por todas partes, y tendrás el mejor recuerdo del momiji en Japón.

Cómo llegar al templo Eikando en Kioto

Aunque está un poco apartado del centro de Kyoto, el templo Eikando está en una zona muy turística debido a su cercanía con el famoso ‘Camino del Filósofo‘. Aprovecha para visitar esta parte de la ciudad que está mucho menos masificada que la parte de Gion o Pontocho.

Tienes dos opciones para llegar a Eikando Temple. La primera, partiendo desde Kyoto Station, es utilizar el metro tomando la línea Karasuma hasta la parada de Karasuma-Oike. Una vez allí, cambia de línea a la Tozai, hasta llegar a la estación de metro Keage.

Desde esta estación de metro podrás caminar unos 15 o 20 minutos hasta el destino. Está claramente indicado con señales en las calles, aunque te recomendamos que utilices Google Maps para no perderte.

En el camino hasta Eikando puedes aprovechar la visita al templo Nanzen-ji que está muy cerca.

Otra alternativa es ir en autobús, muy útil si tienes el pase diario de buses de Kioto. Toma el autobús número 5 que sale desde la Estación de Kioto y detente en la parada Nanzenji-Eikando-michi. Desde aquí, tu destino final está a 5 minutos caminando.

Mapa del templo

Al igual que ocurre con muchos templos importantes de la región, este templo japonés tiene un tamaño considerable. Sus terrenos ocupan bastante espacio, no solo por los edificios, si no también por sus grandes jardines.

Para recorrerlo por completo y de forma tranquila, es preferible dedicarle al menos 1 o 2 horas. A través de este mapa podrás encontrar todas las zonas del templo planeando tu propio recorrido:

La web oficial del templo incluye un mapa de todo el recinto para facilitar la visita que puedes encontrar y descarga online pinchando aquí.

Con sus múltiples salones, su pagoda y los preciosos jardines que se tiñen de rojo durante el otoño, esta visita resulta de lo más agradable tanto para los locales como para los extranjeros. Para nosotros es de los templos japoneses más bonitos y especiales, poco masificados en Kioto.

Precio

La visita al templo Eikando en Kioto no es gratuita. Tendrás que pagar una pequeña cuota en la taquilla que hay junto a la puerta principal. Pero te aseguramos que merece mucho la pena.

El precio de la entrada es de 600 yenes para adultos y de 400 yenes para niños entre 6 y 18 años.

Durante la exhibición otoñal el precio se incrementa, y es de 1000 yenes para los adultos durante la entrada diurna, o de 600 yenes si solo quieres entrar por la noche.

La fecha del evento varía cada año, pero suele ser desde primeros de noviembre hasta principios de diciembre, cuando los colores otoñales están en pleno apogeo y se hace el espectáculo de iluminación.

Horarios de visita

El horario de visita durante todo el año es de 9:00 a 17:00h. La última hora de acceso es a las 16:00h.

Ten en cuenta que el templo es el hogar de los propios monjes, y que estos siguen unos estrictos horarios en sus rezos y otras actividades.

Durante el espectáculo de iluminaciones de otoño, el horario se amplía un poco más, hasta aproximadamente las 20:30h. Puedes consultar toda la información a través de la web oficial para planificar la visita.

¿Cuándo visitar Eikando Temple?

Aunque el templo Eikando es ideal para visitar en cualquier época del año, sin duda es uno de los mejores lugares dónde ver el momiji en Kioto. Además de ser uno de los sitios poco masificados de la ciudad, merece mucho la pena por el precioso espectáculo de luces que ofrece.

Así que, sin duda, la mejor época del año es durante el otoño japonés, cuando los árboles de visten de preciosos tonos marrones, rojos, anaranjados y amarillos. El templo se encuentra en su máximo esplendor.

Si tienes la oportunidad, haz coincidir tu fecha de visita con el periodo de celebración del Autumnal Exhibition, y la disfrutarás el doble.

A través de esta completa guía de visita, seguro que no te perderás ninguno de los preciosos rincones de este impresionante lugar. El templo Eikando es todavía una joya escondida para muchos, que recomendamos encarecidamente si quieres sumergirte de lleno en el lado más tradicional y ancestral de la cultura japonesa.

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