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Oiran, las cortesanas de Japón, ¿siguen existiendo?

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En ocasiones, la función de las geishas dentro de la cultura nipona se confunde con el papel que tienen las oiran, las auténticas mujeres cortesanas.

Trabajadoras de los conocidos como ‘barrios del placer’ en las diferentes ciudades del país, estas mujeres de compañía tenían un rango superior que las convertía en mujeres especiales.

La única función de una oiran japonesa no era la de dar placer sexual a sus clientes. Como mujeres de compañía, también realizaban otros servicios de entretenimiento, y eran instruidas desde su infancia para llegar hasta un nivel elevado.

¿Cuál era exactamente el trabajo de una cortesana japonesa femenina? ¿En qué se diferencian de las geishas y las maiko? ¿Todavía siguen existiendo estas tradiciones japonesas en el país?

como era una oiran japonesa

Te contamos todo lo que debes saber sobre las oiran, además de muchas curiosidades que te sorprenderán sobre esta cara de Japón que muy pocos extranjeros conocen.

¿Qué son las cortesanas japonesas?

Las oiran o cortesanas japonesas son las prostitutas de alto rango que eran criadas, educadas y trabajaban en los burdeles de lujo de los ‘Barrios Rojos’ o del placer durante el periodo Edo.

Desde pequeñas, las niñas eran vendidas por familias que no podían permitirse su crianza, y desde la edad de los 6 a los 10 años, comenzaban su periodo de aprendizaje en múltiples facetas.

peinados tradicionales japoneses oiran

Conocido popularmente en los burdeles como ‘el arte de la almohada’, las niñas aprendían a darle placer a sus clientes. Aunque no era la única instrucción que recibían.

Desde la infancia aprendían a tocar música con diferentes instrumentos, a bailar, hacer demostraciones de caligrafía, escribir y recitar poesía, dirigir la ceremonia del té con gran maestría, y eran expertas en la conversación para entretener a sus adinerados clientes.

Dentro de los burdeles donde se criaban y educaban a las niñas había diferentes rangos. Las niñas a partir de los 10 años se conocían como kamuro, que era la edad en la que comenzaban a desarrollarse físicamente, y los dueños de los burdeles decidían cuál sería su función dentro de la institución según su belleza o sus habilidades.

¿Qué significa oiran en Japón?

La palabra japonesa oiran están compuesta por dos kanjis. El primer, 花, significa ‘flor’, y el segundo, 魁, significa ‘líder’ o ‘primera’.

También se cree que la palabra podría proceder la de la oración ‘Oira no tokoro no nee-san’ que repetían constantemente las niñas para referirse a las mujeres más mayores. Significa ‘las hermanas mayores de nuestro lugar’, y era recitada como señal de respeto hacia lo que se habían convertido, siendo ese mismo su tan deseado destino.

Kimetsu no Yaiba demon slayer cortesana japonesa oiran

Este tipo de cortesana en Japón tenía un papel muy importante, ya que solo servía en burdeles de alto standing. Dentro de los Yukaku, o ‘distritos rojos’, había diferentes tipos de establecimiento en los que trabajaban las jóvenes e incluso algunos chicos, dedicados a dar placer a quienes estuvieran dispuestos a pagar.

Los servicios de estas mujeres eran bastante costosos, ya que para su mantenimiento necesitaban mucho dinero. Cada una de ellas tenía a varias ayudantes y sirvientes a su cargo, y debían pagar sus carísimos trajes, joyas, maquillaje así como las clases para el manejo de las artes tradicionales.

¿Qué diferencia hay entre una geisha y una oiran?

Aunque puedan parecer iguales en cuanto a su oficio y vestimenta, las geishas y las oiran no era iguales. Las geishas y las maiko, sus aprendices, no se dedicaban a la prostitución, aunque su trabajo como artistas de entretenimiento era similar a algunas de las actividades que hacían las oiran.

Los clientes de una geisha saben perfectamente que de estas místicas mujeres solo pueden esperar entretenimiento y algo de coqueteo, pero nunca ir más allá. Con una oiran el intercambio monetario sí que podía incluir servicio sexual según lo acordado con el cliente.

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¿Sabes cuál es la diferencia entre una geisha y una maiko japonesa? No te pierdas esta completa guía en nuestro blog Japón Alternativo donde te lo contamos todo.

Para diferenciar una oiran de una geisha, debes fijarte en los adornos de su cabello. Las cortesanas utilizaban peinetas muy grandes y llamativas, e incluso muchos más adornos que las jóvenes maiko.

Otra diferencia es el tipo de calzado de las oiran, con una plataformas muy altas y totalmente planas. A diferencia de las geishas, una oiran no viste las plataformas con tabi, o calcetines blancos.

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Como detalle final, debes fijarte siempre en la forma en que llevan el cinturón obi. Una oiran lo sujeta por delante, para así poder desvestirse con facilidad en el caso de que deban prestar servicios sexuales a sus clientes.

Hoy en día es muy raro ver a las mujeres japonesas vestidas con la típica vestimenta de oiran. Lo que sí es más común es encontrarse con las geishas que siguen formándose y trabajando en las principales ciudades de Japón. ¿Te gustaría cruzarte con una auténtica geisha o maiko durante tu viaje? Aquí te recomendamos los mejores sitios:

Distritos rojos en Japón

Durante el periodo Edo, entre los años 16oo y 1868, el Gobierno Japonés comenzó a controlar la prostitución en las ciudades destinando lugares específicos para este tipo de trabajo.

Si bien en cada población había una zona específica, en ciudades grandes como Tokio, Osaka o Kioto había barrios completos. Las zonas burdeles más importantes fueron Shimawara, en Kyoto, Yoshiwara en Tokyo, y Shimmachi en Osaka.

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Estas zonas se conocían como Yukaku, o barrios de burdeles que estaban reconocidos por el Gobierno y controlados para que la prostitución fuera un trabajo legal. Por supuesto, también había otras zonas ilegales que no eran controladas, y que eran principalmente llevadas por las mafias de la época.

Akasen es la palabra japonesa que significa ‘línea roja’, delimitando los barrios de entretenimiento y placer. Estos lugares eran muy visitados por los comerciantes más adinerados y los hombres de la burguesía, que aunque estuvieran casados no tenían nada que esconder ante la sociedad o a sus esposas.

que es oiran en japon

De hecho, pagar los servicios de una oiran o cortesana de alto rango era todo un símbolo de poder, y no estaba considerado como infidelidad dentro del matrimonio.

Para atraer a los clientes de la ciudad o de zonas cercanas, se hacían retratos de las jóvenes muchachas en pergaminos o tablones de madera que se colocaban en las puertas del distrito rojo. Como auténticas obras de arte, algunas de estas impresiones tan coloridas se han mantenido a lo largo de la historia y se guardan como reliquias de la época.

Jerarquía de las oiran japonesas

Al igual que en todo oficio, entre las cortesanas también existían diferentes jerarquías. Sin embargo, el funcionamiento era diferente. No se hacía distinción por herencia familiar, si no más bien por la belleza y el talento natural de cada una de las chicas.

Las cortesanas de mayor rango eran las tayu, que eran las mujeres que trabajaban para los daimyo, los hombres más poderosos de cada región. Solo estos tenían la oportunidad de estar con ellas, y eran clientes habituales.

maquillaje de prostituta japonesa

Por debajo de ellas, había otros rangos como las sancha y las umecha, que estaban destinadas al servicio de los samuráis de alto rango y los burgueses adinerados, respectivamente.

Después estaban las zashikimoshi que eran las mujeres más mayores encargadas del cuidado de las chicas, y las heyamochi, que se consideraban como las propietarias de los burdeles donde vivían.

El rango más bajo de señorita de compañía era el de yuujo o yujo. Este correspondía a chicas más jóvenes e inexpertas, o que tenían menor belleza o educación.

peinado tradicional japones oiran

Las aprendices se llamaban kamuro, y eran niñas a partir de 10 años que comenzaban con su preparación. Algunas incluso eran hijas de las oiran más mayores. Mientras las niñas se preparaban, trabajaban como yuujo para pagar al deuda que habían contraído con el burdel al haber sido vendidas por sus padres.

Por último están las hashi, que eran las oiran que había trabajado en algún momento en este oficio, pero que por algún motivo habían sido expulsadas. Muchas de ellas seguían trabajando por su cuenta, ya que al haber sido instruidas para el placer y el entretenimiento, era lo que mejor sabían hacer. La diferencia es que sus clientes no eran tan adinerados ni poderosos.

¿Qué hacían las cortesanas japonesas?

Las oiran eran niñas vendidas por sus padres a los burdeles, que desde pequeñas se entrenaban de manera muy estricta por los mejores tutores y profesores. Dedicaban toda su vida a aprender a hacer su trabajo de la mejor manera, y también a cuidar su preciada belleza.

Al venir de diferentes zonas rurales, las niñas aprendían un acento muy concreto llamado kuruma kotoba, para ocultar el acento de su ciudad natal.

la cortesana infiel japonesa

La virginidad de las niñas cuando eran jóvenes era vendida a algún cliente por una suma considerable. A veces el mismo cliente que pagaba por el primer encuentro con la niña se convertía en su ‘protector’. No obstante, las mujeres no trabajaban en exclusiva para un solo hombre. Solían tener varios clientes habituales dentro del mismo rango de poder o financiero.

Además del trabajo sexual, las cortesanas ofrecían un servicio de entretenimiento similar al de las geishas. Por este motivo a veces se las confunde. El baile, la música, el canto, la poesía y la conversación eran algunas de sus habilidades.

habitaciones de burdeles japoneses

Al tratar con hombres muy importantes, las oiran contaban con una gran inteligencia para poder dar buena conversación. De hecho, los hombres las solían contratar preferiblemente para pasar una velada con ellas, en lugar de por su mero servicio sexual.

¿Cuál es el trabajo de una cortesana?

Aún así, no hay que olvidar que la principal función de una oiran, a diferencia de la geisha, era dar placer sexual a sus clientes. Desde los 10 años se les enseñaba a las niñas el arte de la seducción, juegos eróticos, y se entrenaban para tener una gran destreza y agilidad en todo tipo de posturas sexuales.

barrios rojos en japon

Otra parte muy importante de su día a día era cuidar su cuerpo y su belleza. Las oiran eran muy valoradas por ser chicas extremadamente guapas, que además se ocupaban de mantener su piel, su cabello, y de maquillarse y peinarse profesionalmente.

En los burdeles solo aceptaban a las niñas más bellas, sabiendo que los hombres poderosos buscarían como concubinas a las mejores. Si al crecer no eran las más bonitas y no tenían demasiado éxito entre los clientes, pasaban a ser una hashi, una prostituta de menor rango que era expulsada.

¿Dónde trabajaban las oiran?

Las oiran trabajan en el Yukaku, o barrio rojo, que era la zona ‘legal’ donde se podía realizar la prostitución. Nunca las encontrarías en un harimise, o una zona ilegal, ya que estas mujeres tenían un rango alto.

Los harimise eran unos burdeles muy particulares. Las trabajadoras sexuales se colocaban detrás de unas rejas de color rojo, exponiéndose ante los clientes que las elegían para tener una cita con ellas.

harimise burdel japon oiran cortesanas

En cambio, una oiran de gran belleza y con experiencia era la que elegía a sus clientes, no eran escogidas por ellos. Los clientes podían contactar con una casa de té, o chaya, y hacer una petición previo pago de una gran cantidad de dinero.

Cuanto mayor fuera el dinero pagado, más posibilidades tenía de que una joven oiran lo eligiera. Si era así, la mujer se veía con el cliente en el lugar acordado, saliendo del burdel plenamente ataviada y acompañada por su kamuro y su shinzou.

Este paseo caminando, por la solemnidad del momento, era considerado como una procesión que tenía su propio nombre: Oiran douchuu.

¿Cómo vestían las cortesanas japonesas?

Uno de los rasgos más característicos de estas mujeres era su elaborado peinado. Llamado datehyougo, consistía en un moño decorado con peinetas y múltiples ornamentos.

Lo habitual era llevar en el moño 3 piezas de kanzashi, una especie de pincho, en cada lado la cabeza, 6 en total. Estas iban acompañadas de peinetas de coral, de conchas de tortuga y otros abalorios colgantes.

kanzashi moño japones geisha maiko oiran

El kimono era similar al de las geishas, pero al mismo tiempo diferente. Fabricados con ricas sedas y en colores muy llamativos, era más largos y podían pesar hasta 20 kg, ya que los llevaban con altísimas plataformas de unos 15-30 cm. Las sandalias, o geta, se llevaban solo durante el paseo desde el burdel hasta el lugar de la cita.

Verlas desfilar en el Oiran douchuu era todo un espectáculo, con una forma de caminar que se conoce como estilo hachimonji, con un juego de pies muy lento que parece un baile.

El obi se ataba delante, con un nudo especial más fácil de retirar en caso de que tuviera que desvestirse. Otra diferencia con respecto a la ropa de una geisha es que llevaban menos prendas interiores para su comodidad.

¿Cómo eran las condiciones de la mujer cortesana?

La primera vez que una oiran se reúna con un cliente se sentaba siempre lejos de él, sin comer, ni beber, ni hablar, para analizar si era digno de su servicio. Era el hombre quién tenía que esforzarse para conquistarla, tanto por su poder económico como por su atractivo.

En una segunda cita, la oiran ya podía sentarse más cerca, pero seguir sin hablar ni comer. Ya para la tercera cita, si la chica decidía seguir con el cliente, podían tener todo tipo de relaciones personales, incluso sexuales.

burdeles famosos en la historia de japon

En esta tercera cita el cliente pasaba a ser namiji, o ‘cliente habitual’. Tras hacer un generoso pago de dinero por el servicio, la chica le regalaba una bandeja y unos palillos con su nombre como detalle.

A partir de la tercera cita, en las siguientes reuniones, las oiran tenían un rango tan alto que se sentaban en las cenas en un pedestal mas elevado que el de los hombres. El asiento de la oiran se conocía como kamiza, mientras que el del cliente era la shimoza.

Aunque ejercían la prostitución, y era habitual que prestaran servicios sexuales, las condiciones de trabajo de estas mujeres eran exquisitas. Bien valoradas por los hombres más poderosos, llegaban a pagar mucho dinero para poder disfrutar de su compañía durante toda la noche.

Mujeres oiran a día de hoy

Desde el año 1956 existe en Japón una Ley contra la prostitución que prohíbe la existencia de los yukako o distritos del placer de la época Edo. Todavía en la actualidad es ilegal, y desde entonces la figura de las oiran han desaparecido.

oiran demon slayer kimetsu no yaiba

No obstante, estas mujeres, aunque ya no trabajen en su antiguo oficio, forman parte de la cultura tradicional japonesa, y siguen vigente dentro de la historia del país. En todo Japón hay lugares donde se hacen desfiles, y en los que participan mujeres que hacen una bonita muestra del tipo de vestimenta, maquillaje y peinado que llevaban las oiran.

Las oiran también siguen apareciendo en el anime y el manga tradicional japonés, aunque a veces su condición de cortesana pasa un poco desapercibida. Es normal, ya que este oficio no está muy bien visto en la sociedad actual.

peliculas con oiran japonesas

Eran también un personaje típico de las películas de los 80 en Japón. Podrás ver cómo eran estas mujeres y su profesión en películas como ‘Ghatto Taboo’, y otras inspiradas en la era Edo.

A parte de eso, muy pocas mujeres siguen ejerciendo este tipo de oficio en Japón tal y como se realizaba hace siglos. Por supuesto, que aunque la prostitución japonesa es ilegal, seguramente haya lugares en los que se pueda contratar los servicios de lujo de señoritas que vistan y actúen como lo hacían las antiguas cortesanas de alto standing.

¿Qué es la procesión de una oiran?

Estos se conoce como desfiles Oiran Dochu, y forman parte de algunos de los matsuri o festivales japoneses más importantes del país. Los más famosos son el Festival de Sakura de Tsubame, y el Edo Yoshiwara Oiran Dochu, celebrado en Asakusa.

Quédate con esos nombres, porque si quieres ver una cortesana en Japón, estos son de los pocos lugares donde te cruzarás con alguna de ella. Obviamente, estas chicas no son prostitutas japonesas, si no que son mujeres disfrazadas al estilo tradicional.

festival Bunsui Sakura Matsuri Oiran-Dochu de Tsubame niigata

En el festival Bunsui Sakura Matsuri Oiran-Dochu de Tsubame, Niigata, participan 3 oiran que han seguido instruyéndose en la cultura tradicional de las cortesanas de la época Edo. Sus nombres son famosos: Shinano, Sakura y Bunsui. Desfilan incluso con sus ayudantes y sirvientes como se hacía tradicionalmente a la hora de acudir a la cita con un cliente.

Verlas participar en la procesión de estos matsuri japoneses son la ocasión ideal para ver sus coloridos kimonos, sus vistosos obi atados en la parte delantera, y cómo caminan con las altas plataformas de madera. Para no caerse de las plataformas están los sirvientes, que son chicos jóvenes que las llevan de la mano para ayudarlas a caminar.

Es impresionante ver también los singulares peinados, con grandes moños similares a los peinados de geisha, pero decorados con múltiples peinetas y accesorios. Te darás cuenta de que la estética de una oiran no tiene nada que ver con la de las geishas y las jóvenes maikos.

(っ◔◡◔)っ Última actualización de esta publicación el 21 agosto, 2022 por Pili Rodriguez

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Pili Rodriguez

Apasionada de los viajes y completamente enamorada de Japón. Ya son 3 veces las que he visitado Japón. Nunca un país me conquistó tanto. Únete a nuestro grupo de Mochileros en Japón en Facebook o a nuestro grupo de Whatsapp e interactúa con otros viajeros. ¿Tienes alguna pregunta? Entra en los grupos y resuelve tus dudas con otros usuarios 🙂