¿Quieres preparar la famosa cheesecake japonesa? Te traemos la receta original para hacerla en casa de forma fácil y sencilla. ¡Incluso hay gente que la hace con tan sólo 3 ingredientes!
Separa las yemas de los huevos de la claras.
Pon en un bol el queso en crema y la mantequilla a temperatura ambiente, batiendo poco a poco con las varillas para lograr una pasta homogénea.
Añade poco a poco la leche y sigue batiendo.
Añade las yemas de los huevos a temperatura ambiente una a una a la mezcla, y bate para integrarlas bien.
Tamiza la harina de trigo y la maicena. Mezcla con la masa anterior y reserva.
En un bol limpio, preferiblemente de metal, monta las claras hasta que espumen.
Pon el zumo de medio limón en la mezcla, y bate. Añade también el cremor tártaro.
Añade poco a poco el azúcar y sigue batiendo hasta que formen picos.
Ve añadiendo poco a poco las claras montadas a la mezcla anterior, haciendo movimientos envolventes para que se integren todos los ingredientes sin que baje la masa.
Precalienta el horno a 160ºC.
Prepara un molde de unos 18 o 20 cm con paredes altas. Preferiblemente que sea desmoldable. Pon papel vegetal en la base y las paredes para desmoldar mejor la tarta.
Pon una bandeja con agua en el interior del horno, para cocinar el pastel de queso al baño maría.
Vierte la mezcla en el molde, e introdúcelo en el horno dentro de la bandeja con agua caliente. Para evitar que entre humedad en el molde, puedes forrar la base con papel de aluminio.
Hornea durante 50 o 60 minutos hasta comprobar que la masa este completamente hecha.
Pasado este tiempo, apagar el horno y déjalo abierto mientras se enfría 5 minutos mas.
Saca el molde del horno y enfría en una rejilla en el exterior.
Desmolda el pastel, y sírvelo espolvoreando azúcar glass en la parte superior.
¿Quieres hacer una versión fit del pastel japones de queso? Anímate a añadir edulcorante líquido o en polvo en sustitución del azúcar?
Prueba con una menor cantidad, añadiendo más edulcorante hasta encontrar el sabor perfecto para tu pastel.