
Aprende a hacer el autentico rábano japonés encurtido con este procedimiento muy fácil.
Comienza pelando el rábano para quitarle la piel.
Corta el rábano en rodajas finas o en tiras alargadas, como prefieras según el uso que le vayas a dar.
Extiende un poco de sal por encima de los trozos de rábano, y mantenla unas 2 horas para drenar toda la humedad posible.
Pasadas las 2 horas, pon en una cacerola la sal, el azúcar, el vinagre, el agua y la cúrcuma. Ponlo en el fuego y llévalo a ebullición.
Cuando la sal y el azúcar se hayan disuelto por completo, retira del fuego y espera a que se enfríe.
Seca el exceso de humedad del rábano usando papel de cocina absorbente. Ponlo en un recipiente hermético como un frasco de cristal. Otra opción es ponerlo en una bolsa con cierre hermético.
Añade el liquido al rábano, y remueve para que toda la superficie del rábano quede bañada por el liquido de manera homogénea.
Déjalo reposar al menos 2 días para que adquiera todos los sabores y la textura adecuada del encurtido. Si lo dejas entre 1 semana y 1 mes, el efecto será mucho mejor.
Mantén el envase bien cerrado y en lugar protegido. Cuando vayas a consumirlo, toma una porción, y vuelve a cerrar herméticamente. Te durara intacto durante mucho tiempo, listo para tomar como mas te guste.
De manera tradicional, el takuan se deja macerar con algas kombu, piel de cítrico y guindillas durante varios meses. Esto sería la ideal, pero también tienes una opción mucho más rápida con la que conseguir el mismo sabor y textura en poco tiempo.
Escoge tus ingredientes favoritos para hacer tus encurtidos, y mejora la receta a tu gusto para añadirla a todo tipo de platos.