Uno de los muebles más típicos de cualquier casa japonesa es la mesa kotatsu. Seguro que la has visto en muchos comics manga, en tus animes favoritos y en películas japonesas. Estas mesas tan particulares se han estado usando desde hace muchos años, y a día de hoy son un elemento básico.
De manera similar que en países de occidente usamos la mesa estufa como sistema de calefacción, los japoneses también tienen su propio invento para mantenerse calentitos en casa durante los meses más fríos del año. Sin embargo, llama mucho la atención la forma y la altura de estas mesas, con un mecanismo muy específico que se adapta al modo de vida en Japón.
Las mesas kotatsu han estado en las casas japonesas desde hace siglos, y no parece que vayan a dejar de utilizarse. Pocos cambios ha sufrido desde su invención, con la salvedad de que el sistema de calefacción sí que se ha modernizado para lograr una mayor optimización y seguridad.
A través de esta completa guía, te contamos cuál es el origen de la mesa-estufa japonesa, cómo ha evolucionado, qué tipos existen, y muchas curiosidades que seguramente no sabías. Sumérgete de lleno en la cultura y tradición de Japón con estos detalles de lo más llamativos.
¿Qué es una mesa kotatsu?
El kotatsu es un elemento básico de la vida japonesa de sus hogares. Está en casi todas las casas de Japón, y se suele usar bastante como dispositivo calefactor para que toda la familia evite pasar frío en invierno.
Se trata de una mesa de calor o mesa calefactable. Es un mueble bajo, que permite a los usuarios sentarse en el suelo, introduciendo pies y piernas bajo un futón grueso o una cobija pesada.
Debajo de la mesa hay una estufa que emite calor. En un principio era una estufa de carbón, que con el paso del tiempo se fue adaptando a una estufa de gas, y finalmente a un método eléctrico de calefacción.
La estufa calienta el espacio que hay debajo del futón, manteniendo el calor concentrado. Las personas que se sientan alrededor de la mesa y se tapan con este pueden notar la temperatura, que calienta todo el cuerpo hasta una temperatura agradable que contrasta con la del resto de la estancia.
¿Cómo es un kotatsu?
Este método de calefacción tradicional no es ni más ni menos que una mesa baja con una estufa y un paño grueso o manta que mantiene el calor dentro para que, al sentarte, puedas calentarte. Es similar que las estufas o mesas camilla que usamos en otros países, con la diferencia de la forma de la mesa y el tipo de manto usado.
Aunque sencillo, es un invento japonés muy práctico que permite ahorrar mucho dinero en calefacción. Suele estar colocado en la habitación central de la vivienda, donde se reúne toda la familia para hacer vida.
En invierno es normal que se convierte en el centro de la vida familiar para hacer diferentes actividades manteniéndose calentitos. ¡Incluso a los gatos les encanta! Desde tomar la comida, leer, estudiar, ver la televisión, e incluso echarse una siesta o dormir por la noche si la temperatura ambiental es muy baja; algo bastante común en Japón durante el invierno.
Es también común, y seguramente lo hayas visto en muchas series y películas de anime, comer naranjas sentado en el kotatsu. Esta fruta es típica de la estación de invierno, y supone toda una tradición que se identifica desde siempre con el uso de la estufa.
En las casas japonesas es habitual sentarse en el suelo, y por ello se usa una mesa japonesa baja. Colocada sobre el suelo de tatami, es muy agradable acomodarse bajo el kotatsu, convirtiéndose en el mueble central de la vivienda durante gran parte del año.
Tipos de kotatsu japonés
El invierno japonés suele ser bastante frío, con temperaturas bajas y un alto nivel de humedad ambiental que ocasiona que la sensación térmica sea mucho más baja que en otros países. Si a esto le sumamos que las casas de Japón no tienen precisamente muy buen aislamiento térmico, es imprescindible hacer uso de todo tipo de sistemas de calefacción.
Los tiempos han cambiado desde el uso de los primeros kotatsu japoneses, y aunque el sistema de calentamiento continua siendo similar, es posible diferenciar dos tipos de mesas de calefacción japonesa para el hogar:
Horigotatsu tradicional
Las primeras mesas kotatsu eran muebles que se colocaban directamente sobre un agujero en el suelo, con unos 40 cm de profundidad. En este hueco se colocaba la estufa de carbón vegetal, y más tarde, las primeras estufas de gas o eléctricas, que eran más rudimentarias que las de hoy en día.
La familia se sentaba directamente en el suelo, colocando las piernas bajo la mesa con cuidado de no quemarse con la estufa. Para mantener el calor, se pone la cobija encima, tapando la mayor parte del cuerpo para entrar en calor.
Okigotatsu moderno (kotatsu)
El sistema más moderno consiste en mesas japonesas bajas que tienen la la estufa eléctrica incorporada. Esta se encuentra pegada bajo la tabla de la mesa, aumentando así la seguridad para evitar accidentes o quemaduras.
Los nuevos modelos se usan con un futón más delgado que queda al borde la mesa, dejando la superficie libre para su uso. Cuando hace mucho frío, este futón se acompaña de otro más grueso, que en cuyo caso, se coloca tapando también la parte superior de la mesa, para que la pérdida de calor sea mínima.
Al llegar el verano, el futón se retira y la mesa se puede seguir usando como una mesa común. Con el afán de los japoneses por el minimalismo, es de agradecer disponer de un mueble que se adapte a diversas funciones según la época del año.
Origen e historia de la mesa kotatsu
La palabra kotatsu está compuesta por dos caracteres japoneses. ‘Ko’ significa ‘fuego’ o ‘antorcha’, mientras que ‘tatsu’ se podría traducir como ‘calentador de pies’. Juntas describen muy bien la función de estas mesas japonesas bajas, que llevan usándose initerrumpidamente desde nada menos que el siglo XIV.
En las antiguas viviendas japonesas del periodo Muromachi (1336-1573) había una zona donde se solía cocinar, el irori, o ‘chimenea sumergida’, que consistía en un pequeño pozo cavado en el suelo donde se encendía la lumbre o el fuego. Sobre este, se colocaba el hervidor de hierro, colgado del techo con una gruesa cuerda o cadena.
Si bien había otras estancias en las viviendas que eran más cómodas y limpias en las que estar y hacer las actividades de la vida diaria, en invierno toda la familia se iba la zona más calentita, junto al fuego para cocinar.
Con el paso del tiempo, y aprovechando el calor de la lumbre tras el cocinado, se empezó a colocar una mesa para comer, que al sentarse alrededor de ella mantenía los pies y el resto del cuerpo a buena temperatura.
La vestimenta de la época consistía en un kimono que deja las piernas desnudas. Al sentarse en la estufa poniendo una manta por encima, el calor entra por las piernas y sube por la ropa hasta el cuello, calentando el cuerpo.
Este sistema resultó muy práctico, y fue calando en la sociedad japonesa hasta el punto de que se empezó a construir no solo en la cocina, si no también en la zona de estar. Para hacer más cómodo su uso, se cubría el hueco con materiales como la madera que ayudan a mantener el calor, usándose un futón para taparse.
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La evolución de la mesa-camilla japonesa
Como era de esperar, mantener un fuego dentro de casa que a veces quedaba sin vigilancia, era algo peligroso. El uso del kotatsu en invierno era uno de los principales riesgos de incendio en las viviendas japonesas, construidas principalmente de madera y otros materiales inflamables.
En el siglo XX, las estufas de carbón se fueron sustituyendo por sistemas de calefacción eléctrica algo más seguros. Con los años, y por lo popular que se hizo este tipo de estufa barata y funcional, ha evolucionado hasta los diseños que encontramos en la actualidad.
Desde finales de octubre, cuando empieza el frío, hasta bien entrado el mes de marzo, los japoneses pasan mucho tiempo en la estufa de casa. Hay una expresión, kotatsumuri, mezcla de kotatsu y katatsumiri (significa ‘caracol’ en japonés), que hace referencia a la postura que adopta mucha gente, metiéndose debajo del futón y sacando solo la cabeza, como si fuera un caracol.
Para facilitarles la vida diaria, los kotatsus más modernos vienen con enchufes, puertos USB de carga, e incluso con lámpara de lectura incorporada, que invitan a sentarse y no levantarse durante horas.
Con diseños en todos los tamaños, para todos los gustos, y para diferentes usos, ya no es solo una mesa para comer o relajarse, si no también el escritorio ideal para trabajar desde casa calentitos o para estudiar cómodamente.
Aunque no son precisamente baratos, en ninguna casa de Japón falta nunca un buen kotatsu, imprescindible para pasar la temporada de otoño-invierno. Esta es una inversión de por vida que hacen las familias, ya que es el principal y más importante sistema de calefacción, además de un símbolo de tradición.
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