Conocidas en todo el mundo por su característico peinado, maquillaje blanco que cubre todo el rostro, y ricos ropajes tradicionales, la geisha japonesa es uno de los símbolos más típicos del país nipón. Sobre ellas existen muchos mitos, la mayoría de los cuáles son erróneos, ya que es una figura bastante desconocida en occidente.
¿Sabes exactamente qué es una geisha y cuál es el trabajo que desempeña? A pesar de que durante años se les ha relacionado con la prostitución, esto no podría estar más lejos de la realidad. Estas mujeres son artistas que deleitan a sus clientes con diferentes tipos de entretenimiento.
Bailarinas, músicos, cantantes, y sobre todo buenas conversadoras, las geishas japonesas empiezan su formación desde que son muy jóvenes. Actualmente es un trabajo que se está perdiendo en su país de origen. Sin embargo, estas mujeres son parte de la historia de Japón y hoy en día se sigue luchando para que esta preciosa tradición no caiga en el olvido.
Te contamos con esta completa guía con preguntas y respuestas qué es una geisha y qué papel tienen en la sociedad nipona. Descubre su origen, sus características, mitos y afirmaciones que debes conocer para adentrarte más en la cultura oriental.
¿Qué es una geisha y cuál es su función?
Una geisha es una artista tradicional japonesa cuyo trabajo es el de entretener a los invitados en fiestas, reuniones, cenas y banquetes, principalmente en una ochaya, o restaurante tradicional. No se trata de prostitutas, como algunos piensan, ya que los servicios que realizan no tienen nada que ver con el sexo.
Estas mujeres artistas se hicieron muy populares en Japón entre los siglos XVII y XIX. Todavía en la actualidad siguen existiendo, aunque en menor número.
La cantidad de mujeres geishas ha disminuido bastante, aunque se estima que en los últimos años vuelve a haber un gran interés en este trabajo.
En un principio, los profesionales del entretenimiento en fiestas y banquetes eran hombres jóvenes.
Poco a poco se popularizaron las chicas, que con el tiempo se convirtieron en las más solicitadas por la alta sociedad y los hombres de negocios que requerían de sus servicios y pagaban generosamente.
Las geishas llaman mucho la atención porque son consideradas como obras de arte vivas. Se visten y maquillan de una forma muy exquisita, para ofrecer sus conocimientos artísticos y sociales en todo tipo de veladas nocturnas.
¿Qué diferencia hay entre una geisha y una maiko?
Seguro que habrás oído ambas palabras. Y es que geisha y maiko a veces van de la mano, pero son términos diferentes. Una maiko japonesa es una aprendiz de geisha, que cuando está preparada después de muchos años de aprendizaje, se convierte en geisha.
Aunque a ojos de los turistas sean iguales o muy parecidas, las geishas y las maikos visten con detalles que delatan su posición y su rango. En el blog de Japón Alternativo ya explicamos cuáles eran estas características. Si quieres saber más, echa un vistazo aquí:
Lo mismo ocurre con los términos maiko y geiko, que hacen referencia a dos categorías. Las maikos son las chicas más jóvenes que están empezando con su preparación, que con el tiempo se convierten en geiko, para debutar finalmente como geisha cuando ya están listas.
Para que te hagas una idea, la mayoría de las chicas que se pueden ver en los barrios de geisha, o hanamachi, de ciudades como Kyoto o Tokyo son maikos. Las geikos, que visten diferentes, son más escasas, ya que esta etapa es corta, y las chicas jóvenes no suelen estar mucho tiempo en este nivel.
Por último están las más veteranas, las que cuentan con la mayor experiencia y tienen un caché económico más alto. Si tienes la suerte de ver una mujer con un kimono lujoso pero sencillo, sin muchos estampados ni decoraciones en el pelo, ten claro que es una geisha, y estás ante una eminencia en Japón.
¿Cuál es la profesión de una geisha?
Una vez que hemos visto cuál es la diferencia entre geiko y geisha, y cuál es el nivel que ocupan las maiko dentro de esta cadena, toca adentrarse un poquito más en la profesión que ejercen.
Alrededor de la segunda mitad del siglo XVIII fue cuando se reconoció la profesión de una geisha de forma oficial. Su trabajo se centra en el entretenimiento de sus clientes en los banquetes que estos organizan, mostrando sus conocimientos en artes escénicas tradicionales.
Una geisha se ha instruido durante años en diferentes artes como la danza tradicional japonesa, el canto, tocar instrumentos tradicionales, componen y recitar poesía, la elaboración de arreglos florales, realizar el servicio de la ceremonia del té. Además son expertas en lo que se conoce como ‘el arte de la conversación’, dominando múltiples temas de cultura general.
Ya hemos comentado que una geisha ofrece un look tan cuidado que parece una obra de arte. Pero verlas en movimiento es aún más fascinante. Sus posturas, su forma de caminar, su forma de hablar, cómo se expresan y se mueven. Todo ello goza de una suma elegancia, con detalles que no dejan nada al azar.
Son mujeres que han dedicado toda su vida a este aprendizaje, y no muchas llegan a lograrlo. Por este motivo, disfrutar de los servicios de una geisha japonesa no es nada económico. Es un privilegio que está al alcance de muy pocas personas.
Atuendo de una geisha japonesa
Desde el peinado de geisha hasta la última prenda de ropa que se pone sobre su cuerpo, está milimétricamente medido para que quede en su lugar exacto. Las geishas, y también las maikos que empiezan a trabajar, se preparan con muchas horas de antelación para estar perfectas para sus anfitriones.
Veamos cómo es el look de una geisha y el por qué de tantos detalles como se puede apreciar en ellas.
Ropa
Comenzamos por la ropa. Una geisha japonesa solo puede vestir con kimonos tradicionales. Para la noche viste kimonos especiales. Pero incluso por el día, mientras no están trabajando, salen a la calle ataviadas con estos preciosos vestidos japoneses.
Los kimonos de las geishas y las maikos son de seda, elaborados con telas muy lujosas. Cada uno de estos cuestan miles de yenes. Los más coloridos y con grandes estampados son para las más jóvenes, mientras que las artistas más experimentadas visten con kimono elegantes más sencillos.
Para colocarse el kimono correctamente se necesita uno o varios ayudantes. Son muchas las piezas y prendas de ropa que componen la vestimenta de la geisha japonesa, las cuáles deben quedar bien colocadas para que no se muevan ni un centímetro.
Maquillaje
El maquillaje es lo que más llama la atención en una geisha. Es tradición que estas mujeres se pinten la cara con una gruesa capa de color blanco, con labial rojo intenso. Las cejas se pintan de negro, y algunas añaden un poco de colorete en las mejillas.
La parte más característica son las líneas que quedan sin pintar en el cuello. Esta zona del cuerpo queda descubierta por el kimono, ya que se considera muy atractiva en la mujer.
Sobre ella se aplica maquillaje blanco, dejando al desnudo la nuca justo pegando al nacimiento del pelo.
Peinado
Y hablando de pelo; ahora toca centrarnos en el peinado. Su melena de color negro se sujeta en un gran moño, adornado con diferentes abalorios. Una vez más, las que llevas grandes y llamativos accesorios de pelo son las jóvenes, las maiko. El peinado de una geisha madura es más sencillo, con alguna peineta especial.
A medida que se hacen mayores, para seguir teniendo la misma densidad de cabello, muchas geishas comienzan a usar peluca, o a añadir extensiones de cabello. De esta manera consiguen esos frondosos moños que a veces caen sobre la frente para cubrirla con un pequeño pico.
¿Cómo se comportan las geishas?
Hoy en día se considera a las geishas como una parte viviente de la cultura antigua del país. Son modelos del Japón más tradicional, y por ello, hay diferentes reglas que deben cumplir para dar esa imagen que tienen que proyectar.
Hemos comentado que las geishas, incluso cuando no están trabajando, solo visten con kimono. Esto se extiende también a otros ámbitos de su día a día. Su estilo de vida debe ser lo más tradicional posible, por lo que nunca verás a una de estas mujeres yendo a un supermercado moderno o caminando por la calle con una bolsa de plástico.
Las geishas siguen viviendo en una okiya, o casa tradicional con decoración japonesa donde viven y se educan desde que son niñas o muy jóvenes. Aunque hay trabajadores en las escuelas que hacen las tareas cotidianas, si ellas mismas tuvieran que ayudar, lo harían al más puro estilo antiguo.
Se mueven en carruajes japoneses tipo richshaw o taxi, toman solo comida japonesa y sake japonés, utilizan bolsas de tela, y van a tiendas tradicionales a hacer sus compras normales. Su vida en la actualidad es prácticamente la misma que la de las geishas de hace un par de siglos. Esto la hace aún más interesantes si cabe.
¿Cómo es la vida de una geisha?
A pesar de ese esfuerzo en mantener viva la cultura de la geisha japonesa, las costumbres han cambiado mucho en los últimos años. Las geishas del periodo Edo se empezaban a formar desde bien pequeñas, muchas eran niñas de apenas 5 o 6 años cuando accedían a una okiya, como se puede ver en la famosa película de ‘Memorias de una Geisha’.
En aquella época era un trabajo que deseaban muchas chicas por el prestigio que daba. Algunas niñas llegaban a ser geishas porque sus familias no podían mantenerlas, y las cedían a las okiyas para que las cuidan y mantuviesen allí.
A día de hoy, son menos las chicas que desean convertirse en geishas. Por suerte, sigue habiendo algunas que empiezan su aprendizaje alrededor de los 16 o 18 años. Una vez que deciden que quieren dedicarse a ello, se convierten en aprendices, o shikomisan, y tienen que vivir en la okiya con los que serán sus tutores.
Las niñas estudian mucho a lo largo del día. Aprenden a comportarse de manera elegante, a bailar, actuar, tocar algún instrumento, y a vestirse y peinarse. Dedican muchas horas al día, trabajando duro todos los días de la semana, ya que cuando finaliza el año se enfrentan al gran examen, el shikomi, para convertirse en maiko.
Desde que son aceptadas como maikos, las jóvenes tardan al menos 5 años antes de poder pasar al nivel de geisha. Algunas tardan incluso más tiempo. Cuando llega el momento se realiza un ritual llamado erikae, en el que por fin cambian el collar rojo del kimono de maiko al blanco de geisha.
Formación de las geishas
Convertirse en una de estas figuras del arte y tradición japonés no es nada fácil para las jóvenes. Desde el mismo momento en que las niñas ingresan en la ‘escuela’ para ser una geisha empieza un duro entrenamiento para intentar sacar el máximo rendimiento de sus habilidades.
Antiguamente, las casas de geishas solían comprar niñas menores de 10 años para convertirlas en artistas de gran valor. La responsable de cada casa, llamada okaasan, era quien se encargaba de enseñarles y dirigirles.
Las recién llegadas eran las que se encargaban de hacer las tareas domésticas y de ayudar a las más experimentadas. Tras meses de análisis por parte de la educadora, decidía si las niñas tenían potencial para empezar a entrenarlas. Según las habilidades que veían en ellas, cada chica se especializaba en un arte diferente, como la música o la poesía.
Poco a poco iban pasando de nivel, convirtiéndose en maikos para después ser una geisha. Las más mayores ‘adoptaban’ a una de ellas para ser su hermana mayor, y transmitirle su sabiduría.
El modo de enseñar a las niñas a ser buenas geishas se sigue manteniendo de la misma manera a día de hoy, con una salvedad: las niñas no son compradas, si no que ingresan a la escuela por vocación. La edad media de las chicas que empiezan suele más elevada, cerca de los 18 cuando han completado su educación escolar básica.
Geishas japonesas y prostitución
Aunque cada vez en occidente conocemos un poco mejor la figura de la geisha japonesa, todavía hay quien cree que estas mujeres son en realidad trabajadoras sexuales.
Por supuesto, este es un gran mito que hay que desmentir. Las prostitutas en Japón se conocen como oiran, y tienen un trabajo algo diferente al de la geisha.
Esta confusión puede deberse a que a menudo las geishas han trabajado en barrios donde abundaban las casas de cortesanas, o en lugares donde estas ofrecían sus servicios. Si quieres saber más sobre las cortesanas antiguas en Japón, no te pierdas esta entrada del blog:
Desde la regulación del trabajo de una geisha, que se hizo oficial en el año 1779, estas mujeres no tienen derecho a ejercer como trabajadoras sexuales de ningún tipo.
En películas como ‘Memorias de una geisha’ vemos un rito muy antiguo que ya no se realiza desde hace muchas décadas, el mizuage. Este consiste en la venta de la virginidad de una maiko, por la que un hombre muy adinerado pagaba por tener la primera relación con ella.
Desde 1958 está totalmente prohibida y regulada esta práctica. Es ilegal que las casas de geisha negocien de esta manera con la virginidad de las chicas, aunque como en todo el tema sexual, nunca se sabe que pasa de puertas para adentro.
¿Cómo es el día a día de una geisha?
La rutina habitual de una geisha es bastante monótona. Durante el día hacen algunos recados, y es sobre todo por la noche cuando comienza su trabajo. Están despiertas hasta altas horas de la noche, por lo que al día siguiente no suelen madrugar demasiado.
Las más veteranas se levantan sobre las 9 de la mañana, y se visten con un kimono más sencillo para salir por el barrio. Asisten a sus clases de canto, ensayan sus bailes o con sus instrumentos, y siguen practicando para hacer un trabajo impecable.
El día transcurre muy tranquilo para ellas. A veces van a comprar un nuevo kimono, acudir al peluquero o a arreglar su peluca postiza. Es muy común encontrárselas en los barrios de geishas como Gion, en Kioto, paseando con grácilmente, siempre con una sonrisa.
Cuando está a punto de caer el sol empiezan a prepararse. Preparan el cabello, se hacen el maquillaje y se ponen el kimono de fiesta. Las citas con los clientes suelen ser a partir de las 6 de la tarde. Un taxi las recoge en la puerta para dirigirse al lugar de reunión.
A lo largo de una noche pueden acudir no solo a uno, si no a varios banquetes. Según el tiempo que hayan sido contratadas, las geishas no está un minuto de más. Cuando termina su jornada, vuelven rápidamente a descansar.
Se quitan el kimono, se desmaquillan, y es tradición darse un baño relajante en el ofuro con agua muy caliente. Después se irán a dormir para levantarse al día siguiente y seguir cumpliendo con sus labores.
¿Cuánto cuesta el servicio de una geisha?
Dejando a un lado los servicios sexuales, que, como hemos dicho, no son parte del trabajo de la geisha japonesa, contratar los servicios de una geisha suele costar a partir de los 30,000 y 40,000 yenes.
Por supuesto, a todo esto hay que sumarle otros costes, ya que las geishas acuden a un banquete, y esto lo deberá pagar la persona que la invita. El anfitrión o grupo de anfitriones, pagan a una o varias mujeres, con sus respectivas tarifas, la cena, las bebidas, y el servicio del local.
El precio de este servicio varía mucho para cada geisha. Según el prestigio que tenga la artista, su costo será mayor. Además, será ella la que elija si acepta o no la cita con el cliente, ya que, de preferencia, suelen verse con clientes habituales y de confianza, y no lo hacen con extraños, a no ser que vayan muy recomendados.
Como hemos dicho, las geishas cobran por horas, siendo esta la tarifa que ofrecen por 1 o 2 horas máximo. Hay una curiosidad sobre cómo calculaban las geishas el tiempo que pasaban con cada cliente. Ponían una varita de incienso al llegar la fiesta, y una vez que se consumiera se finalizaba el contrato.
¿Quién es la geisha más famosa?
Aunque son miles las mujeres que han trabajado como geishas a lo largo de la historia, hay un nombre que ha quedado grabado en la cultura japonesa. Mineko Iwasaki está considerada como la geisha japonesa más famosa, que ejerció su oficio hasta la edad de 29 años.
Esta chica nació en Kioto el 2 de noviembre de 1949. El nombre que le dieron sus padres fue el de Masako Tanaka, hasta que ingresó en una omiya de Gion a la edad de 5 años. A los 15 años se convirtió en maiko, alcanzado el estatus de geisha a los 21. A estas alturas ya era conocida por ser la mejor bailarina de todo Japón.
Mineko era tan popular en su época que llegó a actuar frente a grandes personalidades como la Reina Isabel de Inglaterra y su hijo, el Príncipe Carlos. Se tomaba tan en serio su trabajo, que el estrés le hizo renunciar a una edad temprana.
En su omiya era tan querida que la dueña la nombró heredera del negocio cuando falleció. Mineko se casó con un artista, Jinichiro Sato, y tuvo una hija. A día de hoy vive muy feliz en un tranquilo barrio de Kioto.
Arthur Golden, el autor del libro ‘Memorias de una Geisha’, se inspiró en la historia de Mineko para añadir datos de gran relevancia a su obra maestra. Sin embargo, no todo lo descrito en el libro es parte de la historia real de la artista, ya que hay capítulos que son pura ficción.
Algún tiempo después, Mineko sacó su propio libro, ‘Vida de una geisha‘, que es una autobiografía. En este libro cuenta su vida, con una infancia y adolescencia más tranquila, aunque igualmente interesante para saber cómo es realmente el trabajo de una geisha japonesa.
¿Qué se necesita para ser una geisha?
Ser una geisha hoy en día se considera una auténtica carrera profesional. Las niñas que desean serlo tienen que empezar a estudiar desde bien jóvenes para convertirse en artistas de gran relevancia.
Actualmente hay unas 1000 geishas en activo en todo el país nipón. La gran mayoría de ellas se encuentran en el centro de Kioto, en Tokio, y en el balneario de Atami, cerca de la capital.
¿Quieres saber dónde ver geishas en Japón? En el blog Japón Alternativo te contamos los mejores lugares para coincidir con ellas:
- Dónde ver geishas en Kioto; ¡Los mejores lugares y festivales!
- Dónde ver geishas en Tokio; ¡Mejores puntos de encuentro!
Debes saber que si eres extranjera no puedes ser geisha. Este trabajo se reserva a unas pocas privilegiadas que tienen que entrenarse muchas horas al día.
Una geisha debe formarse para aprender a tocar el shamisen, la flauta y el tambor taiko, dominar la danza tradicional, el canto, el teatro, y la ceremonia del té.
Además, tiene que ser una experta conversadora, y también aprender de muchos temas para poder mantener una charla formal con sus clientes.
No es solo estética. La geisha es cultura y sabiduría. Son muchos años de preparación para pasar el examen final y obtener el preciado título. Y para esto hace falta mucho empeño y ganas.
Documental sobre la vida secreta de las geishas
No te pierdas este documental en Youtube con más información y detalles sobre las geishas en Japón:
¿A ti también te gustaría convertirte en una geisha japonesa? Por suerte, esta parte de la cultura japonesa todavía sigue viva y se puede disfrutar. Si tienes la oportunidad de ver una de estas enigmáticas mujeres, ¡siéntete afortunado! Ver geishas en Japón es quizás el mayor logro de un turista extranjero, y que tú también puedes conseguir.
___________________________
___________________________
___________________________
___________________________
Apasionada de los viajes y completamente enamorada de Japón. Ya son 3 veces las que he visitado Japón. Nunca un país me conquistó tanto. Únete a nuestro grupo de Mochileros en Japón en Facebook o a nuestro grupo de Whatsapp e interactúa con otros viajeros. ¿Tienes alguna pregunta? Entra en los grupos y resuelve tus dudas con otros usuarios 🙂